Día 5, Nos gusta el fútbol

Día 5 de Octubre

Nos levantamos sobre las 8 para jugar el partido de fútbol que llevábamos tanto tiempo esperando, pero estabamos reventadísimos ya que sólo habíamos podido dormir 2:30. Sin tiempo ni para desayunar tuvimos que comprar algo en un combini -tienda de 24 horas- que pillamos por el camino. Una bolsa de Mini-Oreos y un zumo de naranja fueron nuestro desayuno.

Con cara de haber dormido poco, mostrando el "desayuno" en cuestión

Cuando llegamos a la universidad ya estaban esperándonos Julio, junto a Saki y Meiko y había pocos de los que finalmente jugaríamos el partido. El día estaba nublado y tenía pinta de que se pusiera a llover en breve, como así hizo, y la mayor parte del partido tuvimos que jugarla baja la lluvia. Mientras llegaban el resto de la gente, estuvimos calentando un rato y preparando un poco el terreno de juego, ya que había que colocar las porterías y los conos que marcarían las líneas del campo. Después de un calentamiento de cerca de una hora, por fín había gente suficiente para jugar un partido y nos pusimos manos a la obra. Antes de empezar, nos pusimos los dos equipos frente a frente en el centro del campo e hicimos la reverencia mostrándonos respeto mutuo entre los dos equipos, muy al estilo que se ve en los animes. El partido comenzó muy bien para nosotros ya que al poco de empezar Dani y yo, hicimos una buena jugada en la que cada uno hicimos un túnel a un rival y la jugada acabó con disparo de Dani, pero sólo empezó bien, porque cada vez el otro equipo se fue mostrando como lo que es, un equipo federado y nosotros como lo que éramos, un revuelto de gente del que sólo unos pocos sabíamos -y queríamos- jugar en equipo. Dani también tuvo la mala suerte de la lluvia ya que con las botas que llevaba se resbalaba a la mínima y yo me esforzaba en querer jugar el balón con sentido pero con algunos era imposible. Lo mejor fue el gol que marqué que fue muy celebrado por todos los que conocíamos y al marcar hice el gesto del arquero, con lo que algunos japoneses empezaron a decir "Güiza, güiza". Del partido poco más, sólo decir que Sanae -la animadora de Oliver y Benji- existe, porque allí había dos chicas japonesas que llevaban un aparato con té frío para dar en cada descanso y recogían los balones que se iban lejos. Al preguntar a Ito, nos dijo que hacían eso porque les pagaban ellos, no por amor al arte ni a ninguno de los futbolistas. El partido duró cerca de ¡¡4 horas!! ya que jugábamos un tiempo largo, después había un pequeño descanso y después otro, haciendo como si hubiera sido un partido completo, después se empezaba otra vez de cero y así sucesivamente, hasta jugar unos 4 ó 5 partidos.

Poca pinta de futbolista, sobre todo de Julio

Terminamos sobre la 13:30 y Aki -que desde el día anterior, Dani y yo lo convertimos oficialmente en Juaki-, Ito, Dani y yo, volvimos a casa del primero para ducharnos y comer rápido porque teníamos que estar a las 16:00 en el estadio del Grampus Eight -Gurampas Eitto- para ver el partido entre este equipo de Nagoya y el Tokyo Verdi. Tardamos más de lo que pensábamos en ducharnos por lo que tuvimos que salir a comer por el camino al estadio. Viendo que había bastante tráfico y que la hora apretaba Ito dio la idea de ir a McDonald's e ir comiendo en el coche. Yo aproveché para seguir comiendo comida japonesa y pedí una Teriyaki Hambaaga -hamburguesa con salsa Teriyaki-, Dani se fía de mí en el aspecto culinario y se pidió lo mismo, diciéndome que como siempre, estaba buenísima. Al llegar cerca del estadio había una señal de prohibido en la drección a la que Ito quería ir -era el que conducía-, así que nos dijo que bajáramos con Juaki y fuéramos para el estadio que él iba cuando aparcara. Cuanto más nos acercábamos al estadio más se oían los gritos y cánticos de la afición faltando unos 20 minutos para el comienzo del partido. Primero entramos a una grada -lo que sería el gol sur- y encontramos un sitio que estaba muy cerca de donde estaban situados los hinchas del Tokyo Verdi pero unos amigos de Juaki e Ito que estaban en Gol Norte le dijeron que fuéramos para allá que tenían sitio reservado para nosotros, así que rodeamos todo el campo fijándonos bien en todos los detalles que nos llamaban la atención y que eran diferentes al fútbol en Europa. Para empezar está todo muy bien organizado, no se forman apelotonamientos ni en en los accesos ni en las tiendas de dentro del estadio ni en los servicios. Hay muchísimas tiendas de merchandising del equipo y varias papeleras situadas a lo largo de las gradas para que la gente tire su basura -cosa que aquí en Japón, sí se hace-. Ya estando en Gol Norte, nos situamos cerca del grupo de "ultras" del equipo, lo de ultra es porque eran los que animaban porque por otra cosa no, ya que lo único que hacían era animar sin parar al Grampus sin ningún tipo de incidente -ni bengalas, ni jaleo, nada de nada-. Lo que nos llamó mucho la atención, es que este grupo son los únicos que cantan en todo el estadio. Mientras ellos cantan el resto de aficionados les siguen con palmas y gestos con las manos pero nunca cantan, nadie más canta, solo el grupo "ultra". Los amigos de Ito habían llevado camisetas del equipo para dejárnosla, sin pensárnoslo mucho nos las pusimos y animos al Grampus como si fuéramos de ese equipo toda la vida. La primera parte fue un poco lenta, se nota que el fútbol es muy distinto al que estamos acostumbrados, pero aún así no estuvo mal la cosa. Eso sí, el Tokyo Verdi jugó mejor -sobre todo un tal Diego- y se fue al descanso con victoria en el marcador de 0-1. En el descanso fuimos con Ito a alguna de las tiendas que había dentro del estadio para que se comprara la camiseta del equipo, Dani y yo quisimos llevamos algún recuerdo del equipo y compramos unas toallas de deporte que se pueden usar como bufandas. Volvimos a nuestros sientos para ver la segunda parte con la esperanza de ver algún gol del equipo local. El Tokyo Verdi se echó un poco atrás a intentar aguantar el resultado -iba el 4º por la cola- y el Grampus Eigth apretaba buscando el empate -un empate sería un pinchazo ya que iba 2º en la Liga-. Tuvo muy buenas oportunidades de marcar pero Johnsen no estaba muy acertado. Ya en el descuento iba a tener otra ocasión el Grampus en un corner, que esta vez sí iba a anotar Johnsen de cabeza. La locura en las gradas. Fue muy guapo vivir un gol en las gradas. Apenas quedaba tiempo para más y el partido terminó en empate. Al terminar, los dos equipos fueron al centro del campo a saludarse y después el Grampus, fue saludando a la afición poco a poco hasta que ya se fue por el tunel de vestuarios. El grupo ultra accedió a las pistas de atletismo que tiene el estadio para doblar sus banderas y llevarse todo el material ordenadito.

Animando al Grampus Eigth con camisetas prestadas

Al salir, lo mismo, todo muy ordenado. Fuimos al coche de Ito para salir de allí y llamar a Saki para ver si quedábamos para cenar. Yo estaba tan cansado que dí una cabezadita mientras íbamos hacia donde habíamos quedado. Al llegar al sitio, Ito se despidió de nosotros ya que era un poco tarde, el día había sido agotador y tenía que trabajar al día siguiente. Esa noche cenamos Yakitori -pinchito de pollo-, de muchas clases y de muchas partes del pollo y estaban todos realmente buenos. Además, pedimos mucha cantidad y ya creíamos que nos iba a salir bastante caro, pero al final sólo pagamos 1000 yenes cada uno, habiendo comido muchísimo. Buen sitio, buena comida y además, barato.

Uno de los platos de Teriyaki que acabó en nuestro estómagos

Después de cenar ya volvimos para casa porque estábamos reventados. Estaba lloviendo y nos mojamos un poco, pero lo mejor del camino de vuelta fue cierto comentario del Juaki con Dani sobre los ciegos españoles jajajaja.Cuando llegamos a casa, duchita calentita y a dormir que había que reponer energía.