Día 4, haciendo de todo un poco

Día 4 de Octubre

Al despertarnos por la mañana Aki nos dijo que tenía que irse a trabajar a un catering de una boda así que nos quedamos Dani y yo solos que nos aventuramos a buscar la misma cafetería donde desayunamos la mañana anterior y después de pegarnos un desayuno campeón, fuimos a la estación de metro ya que nos esperaban en Sakae, Julio, Saki y Maiko. Estuvimos en una plaza donde había un concurso de baile organizado por la empresa donde trabaja Ito. Vimos varios grupos bailando y el que más nos llamó la atención fue el de un grupo de niñas de unos 8 años. Justo al lado de esto, había un stand promocional de cosas para el pelo donde nos pusieron mechitas de colores a cada uno. A mí y Saki de color amarillo, y a Julio y Dani de color azul, a este último aparte le echaron purpurina por el pelo. Pa comérselo a bocaitos. Por habernos dejado hacer esa porquería nos dieron la opción de entrar en un concurso donde teníamos que sacar bolas de colores de una urna, dependiendo del color tocaba un premio u otro. Todos sacaron la bola verde que era el premio más bajo, menos yo que saqué la bola naranja -premio intermedio-. Con los pelos guarreaos fuimos al castillo de Nagoya, durante el camino pasamos por el lado de la casa del Alcalde de la ciudad -el Monteseirín de Nagoya- donde cantamos aquello tan famoso de "Señor alcalde, señor alcalde le va a votar su ....". Antes de llegar al castillo hicimos otra paradita en el Instituto de Saki que por lo que nos contó es muy antiguo y prueba de ello son los kanji -símbolos de escritura- que usan para escribir el nombre del instituto. A pesar de ser sábado había muchísimos estudiantes practicando con sus instrumentos musicales -se ve que Nodame Cantabile ha calado hondo-, y otros haciendo deportes como fútbol, rugby o tenis. También pasamos por la sala que servía para dar el taller de cocina pero no se estaba usando en ese momento. Nos cruzamos con la pista de baloncesto que eran tan grande que también tenía un escenario para teatro. Tras esta visita estudiantil, ya sí llegamos al Castillo de Nagoya -Nagoyajô-. La entrada nos costó 400 yenes ya que nos hacían descuento de 100 yenes enseñando el bono de metro para un día que habíamos comprado anteriormente. Subimos al castillo pero antes de entrar vimos a un personaje muy pintoresco que bautizamos como Penumbra-san, quisimos hacernos fotos con él, pero Saki nos dijo que no lo hiciéramos. Nuestra visita por el castillo no fue demasiado larga porque Ito nos estaba esperando en otro sitio. Llegamos a la estación donde estaba Ito y fuimos por la plaza donde por la mañana vimos el show de baile. Allí estaban las niñas que por la mañana vimos bailar y nos llamaron la atención, así que les pedimos -a ellas y a sus madres- una foto y se la hicieron con mucho gusto.

Posando con las niñas bailarinas

Comimos en un sitio que estaba justo en frente de donde nos hicimos la foto y la comida estaba realmente deliciosa. Yo pedí menú de Ramen -sopa de fideos con carne- y Chahan -arroz frito-, y Dani y Julio se pidieron Torino Karage -pollo frito-, todo buenísimo. Hasta Saki nos dio las gracias por haber elegido ese sitio para comer jejeje. Justo al salir del restaurante vino Hitomi y ya todos juntos fuimos a una tienda donde venden toda clase de billete -entradas para todo tipo de espectáculo, cambio de moneda,...- para comprar la entrada para el cine ya que al sacarla por esta tienda -que se llama Kiken Shop- pudimos sacar algo de descuento. Después yo quería comprar ropa en Uniqlo -una cadena de tiendas de ropa que es muy barata y de buena calidad- y fuimos todos para allá. Nadie compró nada excepto yo, que me compré dos camisetas de manga larga. La tarde parecía estar dedicada entera a las compras ya que justo después fuimos a una tienda de 100 yenes donde había absolutamente de todo -cerámica, bolsitos, pilas, artículos de decoración,...- y allí volví a comprar varias cosas más. Tras esta tienda fuimos buscando algo que nos hacía muchísima falta: los adaptadores de corriente. Por fín los encontramos en una tienda y después de dudar un poco si realmente servirían o no, acabamos comprándolos y alegrándonos de hacerlo hecho ya que nos están sirviendo muchísimo. Ya que estábamos en una tienda electrónica dimos una vuelta para ver los últimos artículos, videojuegos y demás. Dani y yo nos encontramos a un chaval jugando al Winning Eleven 2008 (Pro Evolution Soccer) en una Play3 que había de muestra, le dijimos si podíamos jugar con él y accedió sin problemas. Dani eligió España y el chavalín Portugal. El Dani le demostró que no se es por casualidad tres veces campeón de la Liga PES y le dio un repaso de juego llegando al descanso con el resultado de 1-0. En el segundo tiempo me cedió el mando y le volví a dar un tremendo repaso creándole muchísimas ocasiones de gol y endosándole dos goles más. Él sólo tuvo peligro en una jugada donde disparó al palo, nada más. Ito y Hitomi nos animaban cada vez que marcábamos jaja. Quisimos celebrar la victoria yendo a una cafetería para hacer tiempo ya que después iríamos al cine a ver la película "20th Century Boys" -adaptación a imagen real de un Manga que nos gusta a los 3 sobre todo a Julio y a mí-. Merendamos unas tostadas buenísimas, café con leche y pasteles, todo exquisito, y además en la cafetería pasaron varias cosas curiosas como el cruzarnos con una Amelié japonesa que merendaba sola, que Meiko al hablar por el móvil me pasara con su madre sin yo saber que era su madre ni nada y que por esa conversación supieramos que Saki se había equivocado con las horas del cine y ya nos habíamos perdido la sesión. Menos mal que las entradas las sacamos para poder canjerse durante todo el mes de Octubre, pero a Julio le dio el bajón porque tenía muchas ganas de verla -yo también- y pensaba que quizás nos quedáramos sin verla ya que lleva más de un mes en cartelera. Para intentar anirmalo nos fuimos a un salón recreativo, aunque Ito y Aki se fueron que habían quedado con unos amigos. En el salón recreativo encontramos la máquina del tan buscado Mario Kart con los coches y Dani y yo nos echamos un par de partidas. Hitomi y yo echamos una partida a Taiko no Tatsujin -música con tambores- y con Julio y Dani a una de velocidad y reflejos en el que había que pulsar unos botones de colores. Para terminar todos los que habíamos nos pusimos a tomarnos unas fotos en una máquina de Puri Kura -fotos de pegatina- donde nos reimos mucho poniendo poses y después retocando las fotos.

Dani y yo dispuestos a correr un rato con Mario y sus amigos

Para cenar quisimos ir a comer Okonomiyaki y encontramos un sitio que tenía buena pinta pero cerraba en breve y empezamos otra vez la búsqueda que pudo terminar en un McDonald`s si no hubiera habido tanta gente, así que acabamos sentados en un bar de comida japonesa que servían Kishimen -sopa de fideos típica y exclusiva de Nagoya-. La comida estaba, como todo lo que hemos comido hasta ahora, buenííííííísima, y para dar las gracias a los camareros les dimos la oportunidad de hacerse fotos con nosotros. Cuando ya salíamos del local un chico japonés que comía con otro le preguntó a Julio si no nos acordábamos de ellos y la verdad es que a ninguno nos sonaba de nada. Uno de ellos decía que el Villa de Japón y el otro Xavi, al verlo le dije que de Xavi nada, que era Puyol y se hartaron de reir. Se ve que los chavales iban un poco borrachines y acabamos hablando de fútbol de España, y haciéndonos vídeos donde acabaron diciendo "Musho Betis", "Real Betis".

Los artistas del balón, adivinais a quién le dije lo de Puyol, ¿no?

Dani y yo nos despedimos de Maiko, Hitomi, Julio y Saki y volvimos con Aki e Ito que se quedaba también a dormir en casa de Aki ya que al día siguiente estaba programado el partido de fútbol. Estaban en un Izakaya -bar típico japonés donde van a comer, beber y charlar en un ambiente cómodo- que se llama Gara y allí pudimos conocer a Keita -que era el que había organizado todo el partido del domingo-, Nina -una japonesa mestiza, de padre japonés y madre Portoriqueña-, y Hiroto. Todos hablaban español y eran muy simpáticos. Echamos un buen rato y yo me atreví a probar cerveza Orion originaria de Okinawa -la isla de más al sur de Japón-. Al poco rato se fueron ellos tres y poco rato después nos fuimos Ito, Dani y yo que queríamos volver para preparar la forma de ver el partido de Betis contra el Villareal por Internet.

Junto a Ito y sostiendo la cerveza de Okinawa, en el Izakaya

Aki se quedó allí ya que había quedado con dos amigas y ya después iba para casa. En el camino de vuelta que hicimos andando, encontramos una tienda de segunda mano abierta a las 12 de la noche -eso en Japón es como las 2 de la mañana en España-, Ito nos dijo que era muy famosa y estaba muy bien y entramos a echar un vistazo. Craso error. Dani y yo empezamos a ver cosas muy interesantes y a muy buen precio, así que nos hicimos con varias cosas -a destacar una tarjeta en japonés de Joaquín Sanchez vistiendo la camiseta del Betis y una figura del mono Amedio-. Después de estar un rato allí metidos ya decidimos irnos para ducharnos y prepararnos para el partido. Poco antes de empezar el partido por fin llego Aki y vimos que sí podíamos ver el partido a través de Internet pero como era a través de un canal inglés de sonido de fondo pusimos Carrusel Deportivo. Habíamos comprado chocolate -buenísimo-, y bebidas para el partido y Dani sacó jamón y chorizo que había traído. Todo estaba dispuesto para ver si el Betis podía ganar pero después de ir ganando dejó escapar el partido en un minuto.

Ito y yo, dispuestos a animar al Betis donde haga falta

Sobre las 5:30 nos acostamos y al día siguiente nos esperaba un día duro ya que jugábamos a las 9 el partido de fútbol en la universidad.